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Maíz fresco picado: una estrategia alimentaria esencial para las vacas lecheras

Vaca lechera Holstein con ternero en pasto, ejemplo de nutrición adaptada desde etapas tempranas.

En los últimos meses, la demanda de leche se ha disparado. Gracias al aumento de precios en Estados Unidos y a los días adicionales de cuota otorgados por la Comisión Canadiense de la Leche, los productores están intensificando la producción para responder a esta necesidad. Sin embargo, debido a las malas condiciones climáticas que han retrasado las siembras, muchos ganaderos están recurriendo al maíz fresco picado (green chop) para reforzar sus reservas de forraje. A continuación, le explicamos cómo aprovechar esta estrategia sin comprometer la salud de su hato ni la producción lechera.

¿Porqué utilizar maíz fresco picado?

El maíz fresco picado consiste en cosechar el maíz en estado verde y distribuirlo directamente a las vacas, sin pasar por el proceso de ensilado. Los productores lo utilizan para adaptarse al aumento del número de animales, manteniendo al mismo tiempo los costos de alimentación bajo control.

Aspectos clave para integrar el maíz fresco picado:

1. Comprender su composición química

  • El maíz fresco contiene un mayor nivel de humedad (70 a 80 %) y de azúcares (3 a 5 %), pero menor proporción de proteínas solubles y de almidón digestible en comparación con el ensilado de maíz fermentado. Estas diferencias pueden afectar la producción de leche, la salud del animal y su rendimiento reproductivo si no se manejan adecuadamente.

2. Prevenir trastornos digestivos

  • El consumo excesivo de maíz fresco picado puede provocar trastornos ruminales debido a su alto contenido de azúcares, lo que puede desencadenar acidosis. Si la ingesta supera los 20 kg en base húmeda por día, pueden aparecer síntomas como diarrea, pérdida de peso y letargo.

3. Corregir desequilibrios nutricionales

  • La baja digestibilidad del almidón se traduce en una menor disponibilidad de energía. Se recomienda reforzar la ración con grasas protegidas del rumen para aumentar el aporte energético.
  • La escasez de proteínas solubles limita el suministro de aminoácidos esenciales. Por ello, conviene complementar la dieta con lisina y metionina protegidas del rumen para garantizar el equilibrio nutricional de sus vacas.
Tres vacas lecheras pastando junto a un campo de maíz, en un entorno sostenible de producción lechera al aire libre.

Consejos adicionales para lograr buenos resultados

  • Supervise la consistencia del estiércol: este indicador simple permite detectar rápidamente alteraciones en la actividad ruminal.
  • Aumente el aporte de vitaminas B: suplemente con vitaminas del complejo B protegidas del rumen, especialmente riboflavina, folato y vitamina B12, para evitar deficiencias.
  • Controle los niveles de nitratos: ajuste la altura de corte a 20 cm y limite el tiempo que el maíz fresco permanece en el comedero para reducir el riesgo de intoxicación por nitratos.

Si presta atención a estas recomendaciones, el maíz fresco picado puede convertirse en un recurso valioso dentro de las raciones para vacas lecheras, contribuyendo al mantenimiento de su salud y rendimiento incluso en épocas difíciles.

¿Necesita asesoramiento personalizado?

Para recibir asesoramiento personalizado, comuníquese con su representante de Jefo, quien le orientará en la aplicación eficaz de estas estrategias alimentarias.

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